¡Valórate! Por ahí se empieza



¿Qué tal la luna llena? Estaba inmensa, parce. Yo aproveché para bailar un poco de Louis Armstrong bajo la luna y poner a cargar mis piedras. Ayer me divertí, después de varios días de introspección, ayer se sintieron nuevamente esas ganas de comerse el mundo, o por lo menos de degustarlo. La luna llena marca un cierre de ciclo lunar, y pone luz a esas áreas oscuras; fue en Aries, como lo dije ayer y eso marca un nuevo inicio (¿Han notado que este año no paran de haber nuevos inicios?).

¿Qué áreas de mi vida requieren un reinicio? Los vínculos, seguro; lo laboral, ¡Claro que sí! Me han escrito algunas personitas contándome como la manera en la que se han ido vinculando no va más, que su círculo social se debe mover de otra manera, y sobre todo, no vincularse para agradar a una persona en sí, sino para sentirse bien consigo mismo. Y es real, ¿de qué manera lo estamos haciendo? ¿Cuáles son nuestros intereses a la hora de compartir con alguien? ¿Tenemos claridad de lo que realmente queremos?

Vengo diciendo desde hace rato que deseo compartir con una compañera, pero, ¿tengo claridad en lo que quiero? Si no tengo claridad, como pretendo ser claro con quien estoy conociendo. Y no lo hablo solamente en el ámbito romántico, en cualquier ámbito, debemos ser claros en lo que queremos a la hora de socializar. Anoche, mientras hablaba con unos amigos en la terraza, el tema inició con el valor de los pisos y los alquileres en Madrid, pero entre líneas lo que realmente se hablaba era el valor que nos damos nosotros a la hora de cobrar por nuestro trabajo, y que eso nos permita vivir dignamente. Inmediatamente me surgieron dos preguntas: una, ¿realmente me estoy dando el valor que merezco? No digo monetariamente, sino también afectivamente, ¿me estoy dando mi lugar a la hora de relacionarme o sigo teniendo esas amistades que no valoran mi presencia, o solo me tienen para su entretenimiento?. La segunda pregunta es, el valor que me doy, ahora si hablo económicamente, es directamente proporcional a la forma que tengo de recibir, ¿está siendo equilibrada? Normalmente, cuando damos un precio, vamos tirando lo más bajito posible, y el trabajo que damos, por lo general es más grande. Así en nuestra vida diaria, damos más de lo que recibimos, no porque no se nos valore, si no porque no nos valoramos.

Teniendo en cuenta esto, ¿Cómo será este nuevo inicio? ¿Cuál es el valor que nos damos tanto económica como afectivamente? Eso es lo que me plantearé en los siguientes días en esta nueva aventura que inicia en Málaga. 

Gracias a toda las personas que leen estos post. 

Los abrazo con el Alma,

Con Amor,

Javer.

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