Ser un lugar seguro.



Una de las frases que me han parecido más bellas a la hora de vincularnos es el "Lugar seguro", ¿No suena lindo? He entendido ese lugar seguro en dónde podamos ser nosotros en nuestro mayor esplendor, eso incluye nuestro ser vulnerable, ese que pocas veces sale. 

Ayer tenía una conversación con una amiga de la Universidad.  Ella es una mujer empoderada, al decir que es empoderada no me refiero a que grite y salga a marchar con algun movimiento feminista, no. Es una mujer que desde siempre buscó salir adelante y ayudar a su familia, siendo buena en lo que hace y saliendo múltiples veces de su zona de confort. Siendo ella un ejemplo para sí misma. Ahora vive al otro lado del mundo y desde allí sigue su vida, manteniéndose leal a sí. Es una mujer hermosa, y precisamente ese fue el fuckin' problema que en una sociedad dominada por el patriarcado, su belleza podría haber sido un puente (que muchas personas usan, y no está mal) pero ella es mucho más que un cuerpo. Ella cree en ella y sabe que es mucho más que la sexualización laboral.

¿A qué voy con todo esto? La desconfianza que hay hacia el hombre es terrible, muchas mujeres se han llevado fiascos con hombres, por sus maneras de relacionarse, machistas y morbosas. Ella me contaba someramente lo complejo que es a la hora de relacionarse con un varón. Y claro, inmediatamente me observo en mi totalidad y veo que yo que soy hombre he tenido mis conflictos con el patriarcado. Tanto así que hasta ahora estoy sacando a ese hombre que soy. Y usted se dirá ¿cómo así que hasta ahora? ¿Acaso no es un hombre? Sí, lo soy... déjeme explicarme.

A mis 35 años he decidido encarnar el hombre que soy. Anteriormente era un niño, un niño con energía femenina, lo que es igual a un hombre inmaduro. Y desde que estoy siendo ese hombre me he encontrado de frente con las cadenas que el patriarcado ha puesto. Y claro, por qué apenas hasta ahora está saliendo ese hombre; una respuesta sería porque hasta ahora tengo las herramientas, o es que ahora es que corresponde, o como dicen por ahí, los tiempos de Dios son perfectos. No confiaba en ese hombre, esa es la respuesta.  Me daba miedo. Mi relación con el hombre fue abusiva, violenta, no quería repetir patrones, quería enmendarlos, y sin darme cuenta caí en el mismo patrón, pero desde el otro extremo, ya no desde la cosificación, ahora desde la idealización. 

Me di cuenta que el solo hecho de hablar físicamente con una mujer que no conozca, me pone nervioso. El acercarme ya enciende unas alarmas en ella, se acerca un hombre y me va a hablar. La historia pesa en los hombros y en cada paso. Ella quiere huir, y yo tambien, pero tambien quiero romper ese paradigma abusivo, ya pasamos por él, ya es hora de trascenderlo. No de temernos, sino de vernos como esa alquimia perfecta que la creación encarnó para continuar su creación, no solo para la multiplicación de la especie, ya somos muchos; sino para la creación del Reino de los Cielos, que como hablé hace unos días es materializar eso que traemos en el corazón.  

Quiero ser un lugar seguro para mí, en donde yo no tema por ser hombre y ponerme la etiqueta de malo, macho, opresor,  no. Quiero ser un lugar seguro en donde una mujer empoderada y segura de toda la magnificencia de su ser pueda sentirse segura, protegida y amada. En el pasado no he sido un lugar seguro, más bien confuso, distorsionado, abierto y amado, claro, pero a la deriva, y asi solo hay aventuras pero no concretud. Es ahora. En donde las raíces se están afianzando, para ya no ir a la caza, como hemos sido criados, si no, poder ser tranquilamente un amigo, sin temores, un amante sin miedos, y un creador seguro de sí mismo.

Bueno, feliz miércoles. Muchas gracias por la lectura, y hoy deseo dar un agradecimiento de corazón a las mujeres que han acompañado mi camino en esta transición al hombre que estoy siendo. Con las que he podido conversar y ser vulnerable. Aquellas que me han acompañado en el camino y nos hemos visto a los ojos, y con quienes, a pesar de la distancia, hemos podido presenciar la transformación del vínculo. Tambien a los hombres con los que he coincidido y me han permitido ver que no estoy solo y que cada vez son más los hombres poniéndose en su lugar.


Con Amor,

Javer.

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