Un nuevo inicio, juega con tu niño

 ¿Cuántas veces tenemos que recomenzar? Parece que las suficientes hasta que nos demos cuenta que siempre estamos ahí, en la creación, cada respiración, cada día. No es necesario esperar hasta el lunes, o al nuevo mes, o incluso a que inicie el nuevo año; total, ya estamos en septiembre, prácticamente se acabó el año, así que en enero comienzo. Y así, con excusas vamos dejando atrás nuestros sueños, sin embargo, siguen allí queriendo brotar. 

¿Han notado que de vez en cuando hay días que nos sentimos como bajón? Pues, claro ¡Cómo no! Todos esos sueños que están ahí quieren salir, están allí porque son los frutos que llevamos vidas cultivando, y llegó el momento de la cosecha.

Es increíble como buscamos excusas para no hacer lo que queremos.

Y es que sí, ¿Cómo voy a dedicarle tiempo a lo que sueño si no tengo dinero? ¡Tengo que trabajar!

No, qué voy a hacer eso que quiero si no es factible ni fácil.

Desde niño me dijeron que no era bueno en eso.

Necesito tiempo, y tiempo no hay.

El niño siempre te está hablando, respira, escúchalo.

Está claro que para llegar a escuchar a ese niño hay que ir paso a paso, pues, en nuestro proceso de crecimiento y adaptación a la sociedad, hemos tenido que pasar por diferentes situaciones que han creado capas que nos impiden tener ese contacto con nuestro niño, que se encuentra encerrado, herido y en posición fetal.

Eso no quiere decir que esté todo el tiempo así, no, para nada ¿Has visto situaciones en donde te diviertes y estás supremamente feliz? Pueden ser instantes. Son esos momentos en dónde por alguna razón, el niño siente que no tiene que protegerse, confía en el adulto que se ha convertido y no se hará daño. 

Ese sagrado ser lo único que quiere es confiar plenamente en el adulto que se ha convertido.

¿Cómo confiar si nunca es escuchado? Es ahí donde está el meollo del asunto, debes acercarte con cautela sin mentiras ni engaños, que aunque es un niño tiene la sabiduría de un anciano. Eres tu el idiota que cree que con todas esas barreras puedes protegerlo, y lo único que haces es alejarlo de ti. 


Es hora de iniciar ese contacto contigo mismo, de romper las estructuras mentales que te impiden acercarte a tu Real Ser, a ese niño que eres y quiere divertirse en estos tiempos de cambios. No temas, todo está bien.


 

Mañana seguimos hablando...

¿Cómo podremos empezar? Bueno, reflexionemos y mañana hablamos. 

Con Amor, 

Javer.


Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

¡Valórate! Por ahí se empieza

Dejar la supervivencia mental

Prendidos en Fuego