Si no soy yo ¿Entonces quién?

Todo el mundo habla del Amor Propio, como si fuera tan fácil como voltear una tortilla de patatas ¿No es fácil? Pues así es, cuando le tomas la práctica ya está.

Cada mañana nos despertamos con nuevos retos, cada individuo tiene sus retos personales: sostener una familia, buscar como pagar las deudas, sobrevivir; algunos van más profundo, y su meta diaria es hacer ejercicio, agradecer o cambiar la conversación interna. 

Mi meta diaria, es elegirme. Anoche antes de dormir tuve una llamada con una mujer maravillosa, quien me contaba las situaciones por las que ha estado pasando; y aunque difícil el recorrido, lo que se ha logrado es tremendamente fantástico: "Amor, me elegí".

Y es que elegirnos trae consecuencias, decirnos sí a nosotros es decirle no, a lo que por lo generalmente le decíamos que  sí. Tenernos como prioridad es saber que las personas que, por nuestra elección estaban por encima, no estén de acuerdo y broten sus heridas de rechazo y se vayan; o por el contrario celebren la decisión y se queden acompañándonos en el camino de decirnos sí a nosotros mismos.

Elegirnos es un elección diaria. No es que hoy digo ¡Me elijo! y automáticamente continúa como un bonus en un videojuego. La cosa es un poco más compleja, pues debemos elegirnos cada día, en cada circunstancia. Cuando tomamos ese camino de autoelección la vida se encargará de ponerte a prueba... y poco a poco tus decisiones servirán como filtro para saber quién realmente está contigo.

Hoy me desperté eligiéndome. Hoy me desperté diciéndome sí a mí. Y cuando sucede esto, inmediatamente aparecen los distractores, el celular, los pensamientos, los deseos, los sueños, los anhelos; situaciones que te hacen creer que estás haciendo lo que tu quieres, pero en realidad desenfocan. Elegirse a uno, es enfocarse en lo que transita por estas pieles, los pensamientos, sensaciones y sentimientos, y en vez de evadirlos... abrazarlos. Dejar de huir.

¿Y vos qué elegiste hoy?

Con Amor, Javer.