Pide y se te dará...
... pero, ¿estas preparado para recibir?
Mucho pedimos y hacemos cadena de oración para obtener algunos favores divinos y terrenales pero no sabemos recibir.
Un ejemplo: cada mañana nos levantamos pidiendo a Dios, o a quien sea, abundancia, estamos sumergidos en deudas y deseamos abundancia para poder vivir tranquilamente y cumplir los sueños que tiene el corazón. Ese mismo día por la tarde, vamos caminando por la avenida principal y una señora de una edad avanzada nos recuerda a nuestra abuela y se encuentra con unas bolsas de mercado. Decidimos pues ayudarla, y nos vamos hablando con ella. Nos cuenta de su vida, de sus hijos, de sus nietos y lo sola que se siente. Al llegar a casa, nos invita a tomar un zumo de naranja y saca 50 euros, diciendo, muchas gracias por ayudarme. Nosotros al ver ese gesto y tomando el zumo le decimos: "Tranquila, abuela, no es necesario, lo estaba haciendo con cariño". Y nos vamos sin recibir el dinero.
Y no estoy exagerando, se que muchos de nosotros hemos rechazado muchas ofertas como estas, por darnoslas de buen samaritano. En nuestra cabeza hay una programación de no recibir, de alejarnos de la bendición y de rechazar el aspecto económico, porque el zumo si nos lo tomamos.
Es curiosa esa dualidad que hay en nuestro interior: por un lado queremos algo y por el otro lo rechazamos, incluso inconscientemente.
Todos tenemos programaciones fuertes, unas culturales que fueron otorgadas por la cultura, la religión, la historia; y otras heredadas por la familia, patrones conscientes y otros inconscientes que llevamos tatuadas en el interior. Esa mezcolanza ha hecho que haya esa discordia entre lo que queremos y lo que recibimos.
¿Qué tan coherentes estamos siendo con lo que pedimos? Esa pregunta me ha estado rondando la cabeza.
¿Vamos con otro ejemplo? Muchas personas, yo incluído, queremos una persona con la que podamos compartir nuestra vida. Ya pasamos de las Almas Gemelas, Llamas Gemelas y todos esos cuentos de la New Age, que sí, pueden ser ciertos, pero ya le dieron tanto que le han quitado la magia. Muchas veces por el banquete químico de nuestro cerebro nos dejamos enmelozar y estallamos en Amor y creemos que esta vez sí, pero solo era un banquete químico. Decimos querer a alguien en nuestras vidas pero, ¿Qué estamos haciendo para ello? Buscando en apps de citas como si estuvieramos en un mercado, o estallando las bandejas con mensajes de texto. O incluso, para ponernos mas realistas, queremos conocer a alguien pero no salimos a ningun lado; queremos conocer el amor de nuestras vidas reaccionando a una historia.
Estos blogs los inicié para hablarme a mí todos los dias al despertar y hacer un llamado a la coherencia. Mucho pedimos, mucho pido, es momento de actuar diferente. De dejar que esos pensamientos heredados y esos vacíos existenciales nos alejen de lo que nosotros realmente somos, seres opulentes y amados, es nuestra naturaleza.
Si lo soñamos es real, si lo sentimos es real, vamos dejando atrás cada vez más rápido todas esas programaciones, por ahora, no nos juzguemos... vamos caminando juntos. La bendición llega, siempre llega, está a nuestro lado, solo que a veces nos distraemos viendo más allá, en el futuro y no vemos a nuestro lado.
Con Amor,
Javer.

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