Semillas
Inicia una nueva semana, 23 de septiembre, este año nos ha metido casi diez meses en un parpadear; y quizás por esa velocidad gregoriana, estoy sintiendo impaciencia. Estoy tan acostumbrado a que todo surja y salga inmediatamente que se me ha olvidado cultivar la paciencia, que todo tiene un paso a paso. Siento que también responsable de la poca paciencia y atención a algo son las redes sociales. La capacidad de atención se está volviendo cada vez más corta.
De esa manera, en mi día a día, quiero deslizar o adelantar la pantalla hacia el otro nivel, quiero quitar los capítulos de relleno. Quiero ya los escenarios, la pareja... y se me olvida que todo es una semilla que está germinando. El clima afecta mucho el crecimiento de cualquier fruto, en nuestro interior hay vientos, calores y lluvias incesantes. Nosotros como labradores de sueños estamos manteniendo a salvo esas semillas de sueños que venimos esperando desde hace bastante tiempo, quizás de vidas anteriores, y es justo en esta donde por fin germinarán y darán frutos.
A veces me siento como si hubiese plantado una semilla, y todos los días la desenterrara para ver si ya está germinando, y así lo único que se puede lograr es que la semilla pierda su fertilidad y no crezca. El proceso de germinación de la semilla es realmente bella, porque tiene que estar en la oscuridad y romperse para brotar. Y parece que tengo miedo de romperme más y de acostumbrarme a la oscuridad.
¿Qué semillas me generan impaciencia? Sobre todo la semilla de los escenarios y la compañía. El soñar con estar parado en esos escenarios y que miles de personas se rían del chiste que llamamos vida, y al terminar el show, ahí, tras bambalinas está ella con su mirada brillante y sus palmas unidas al pecho para saltar de felicidad en un abrazo.
Es una semilla que requiere mucha paciencia, amor, y el tratamiento adecuado. Sin embargo, en las últimas semanas he venido sintiendo como una pared de cristal se asoma frente a mí, allí puedo observar el otro lado, pero no puedo continuar mi camino, no consigo rodearla. En mi interior siento como es solo un instante, que el universo, dios, las circunstancias me dicen que todo está bien, que solo debo descansar y permitir que el tiempo se desvanezca.
Es increíble como muchas veces podemos ver en los otros que deben parar, frenar, dejar de sobrepensar, pero nosotros nos creemos invencibles y queremos continuar el camino, con todo ese movimiento interno. Creemos que parar es ir para atrás, que quedarnos quietos es ser improductivos. No quiero sentir nada por quedarme tumbado y que pase la vida hasta que el cristal se desvanezca y esté preparado para seguir cultivando y preparando el camino que el Jardinero de mi interior ha dejado para el disfrute y el gozo de esta Nueva Tierra que estoy conociendo paso a paso, esa nueva tierra soy yo, y se que soy diferente. Eso, quizás, es lo que me tiene quieto, soy un nuevo recipiente con recuerdos que lo frenan; pero soy nuevo, y solo debo dejar que el tiempo, ilusión primordial de este plano, pase y yo quedarme en la tranquilidad de la certeza que da ver a través del cristal.
Con Amor,
Javer.
A veces la ansia de lograr un objetivo, nos priva de vivir lo importante, por tanto, disfruta de lo q la vida te muestra y siente como te sientes hoy , quizás algo se esté soltando de tu psique y todavía no lo viste,✨🥰
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