El juego continúa



Ayer llegué a Madrid y me recibió un baño de hielo en casa ¡Qué linda bienvenida! Hace rato quería probarlo y me encantó. Me di cuenta el poder que tenemos sobre la mente, la manera en la que podemos decir "sí puedo" sin necesidad de morir en vida como tantas veces lo he hecho en los ultimos meses. Llegué a Madrid, y despues de estar 3 semanas en Galicia, siento las ganas de jugar e invitar a los demás a jugar. 

Este juego que llamamos vida cada rato cambia de pantalla y de nivel de dificultad, a a veces es multijugador, otras veces individual, y aunque parece que cambian las reglas de juego constantemente, la regla principal es una: Ámate tanto que ese amor trascienda la piel y ames a los demás. Vamos por el mundo buscando formas más divertidas de jugar el juego, nos comemos unas películas inmensas para divertirnos más, o complicarnosla más, eso depende de qué tan cabezadura somos. Puede que veamos respuestas en libros, videos,  personas, conferencias, todos son espejismos que pueden traslucir la verdad, pero la Verdad está en tí, así alguien te muestre el camino sos vos quien toma la decisión de caminarlo. Sos vos quien decide la manera de caminarlo. Lo más importante es que sepas que debes amarte, porque la vida diariamente te muestra situaciones para que ese amor brote y lo des por montones olvidándote de ti, y cuando las reservas de amor propio se van acabando, nos podemos débiles, tristes, y se nos va yendo la vida como una fuga que no para.

Sentirnos sin juicio, y no juzgar. En estos dias que estamos viviendo el juicio está en boca, por las noticias, por la política, por la farándula e incluso por las redes sociales, y está en tí la neutralidad, la justicia divina se encarga de todo y moverá los hilos terrenales para que cada quien reciba lo que ha cosechado, ni más ni menos. Vos mirá tus manos, tus palabras y tu aliento, ¿son dadores de vida? Esa respuesta es para ti, lo más importante es que seas honesto contigo y sepas en qué pantalla del juego estas.

Por ahora, quiero seguir jugando... la pantalla está complicada y aunque, a veces, no parece divertida, seguimos en el juego.

Con Amor,

Javer.

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