Dejando adicciones para Ser YO



Cuando hablamos de aceptarnos no quiere decir continuar como somos. Todo cambia constantemente y nosotros no somos la excepción. Soy adicto, lo he visto desde hace tiempo, pero ya saben, el primer paso es la negación, y no solo soy adicto a una cosa sino a varias... ¿Tu tienes adicciones?

Por ejemplo, soy adicto al dulce, y aunque me doy cuenta como el azúcar envejece y ayuda a generar enfermedades hereditarias, aun sigo consumiendo azúcar cuando tengo ansiedad, cuando tengo ganas de picar algo para comer. Es de las cosas más difíciles de dejar, pero ahí vamos.

Tambien soy adicto al celular, me he dado cuenta que últimamente viendo películas, en conversaciones el celular siempre está allí, y lo veo para hacer lo mismo, y darme cuenta que nada ha cambiado, no hay mensaje, notificaciones, solo el afán de ver la pantalla; para continuar por unos minutos y luego volver.

También he sido un adicto que recae en la masturbación, y este último ejemplo lo he llevado a lo sutil diciendo que es autocultivo, autotoque amoroso, cambiando el lugar desde donde se hace, lo mismo sucede con la pornografía que de vez en cuando alimenta los deseos que se transitan.

¿Sentir vergüenza por decirlo aquí? No, no quiero sentir vergüenza, todo lo contrario, quiero felicitarme por aceptarlo. Es como que por hablar de temas espirituales inmediatamente la piel deja de pesar y los deseos se difuminan, todo lo contrario, la piel se siente más y el placer y el amor viven en una frontera invisible que no pide papeles para pasar de un lugar a otro. No es que esté mal, porque no es así, lo que frustra es cuando estos hábitos van consumiendo el lugar de lo saludable, de lo que te permite ser vos mismo.

Nunca he pretendido ser un santo, todo lo contrario, mostrarme lo más humano posible es mi bandera, incluso parece ser que la vida siempre me empuja a sentir de manera profunda cualquier estadío que transite. Uno de mis pensamientos ha sido darle la vuelta a todo, si estoy yendo por un lado, respiro y doy la vuelta, me separo y me pongo horarios en el celular, y dejo de consumir contenido que active esas ganas inmensas de arder en fuego y sentir la piel.

Ya que estamos en confesiones, confieso que el fuego siempre me ha desesperado, por la fogosidad no experimental desde temprana edad, desde hace un tiempo acá me di cuenta que todo ese fuego y esa energía es creatividad, y la aprovecho para escribir, pintar, crear y compartir con quienes amo. En ese arder me he quemado, y algunas personas se han quemado, pues querer danzar con fuego requiere una consciencia y certeza de alguien que camina sobre las brazas. 

Cambiar los hábitos es fundamental para lograr los cambios necesarios, pues sin darnos cuenta nos hemos dejado ocupar espacios de nuestro día a día con hábitos que pueden llegar a hacernos daño, y tomar consciencia y empezar a alimentarnos bien, agradecer, hacer ejercicio, leer, nos lleva a un nuevo lugar. Lo más importante es ser compasivos con nosotros mismos, pues no es nada fácil vivir en un mundo sobre estimulado que invita constantemente a alejarnos de nosotros mismos. Gracias por leer, recuerda que no estamos solos.

Con Amor,

Javer



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